El paso más importante en el proceso creativo que precede a la atención de un evento es la degustación, y que consiste básicamente en una prueba con el cliente de las opciones que propone el equipo de cocina de Pierre Catering.
Esto suele suceder especialmente en la atención de eventos que por su magnitud o formalidad exigen un cuidado extremo en cada detalle, como grandes encuentros corporativos, citas de gobierno o culturales, o matrimonios y sucesos sociales.
Pongamos como ejemplo un matrimonio. El proceso empieza cuando los novios y sus padres nos expresan sus deseos generales sobre la atención de alimentos y bebidas para la ocasión. Estas ideas iniciales pueden ser en extremo puntuales (“Quiero ofrecer tapas españolas, jamón ibérico y paella) o, por el contrario, bastante generales (“Quiero que sea elegante y delicioso”).
Luego, con el primer imput del cliente, nuestro equipo de cocina se reúne para aportar ideas y diseñar diferentes opciones que podrían conformar el menú, de acuerdo con factores como el formato de servicio, la locación y el gusto de los novios. Es un trabajo creativo muy interesante y emocionante, en el que se pone en práctica toda la experiencia y conocimiento de los integrantes de nuestra cocina.




La importancia de la degustación
Entonces, viene el momento más emocionante: la degustación. “Cuando estamos listos y tenemos una propuesta sólida citamos a los novios y sus familiares a una prueba del menú, que no tiene un costo adicional y que solemos organizar en Pierre Privé, que es un espacio cómodo e idóneo, diseñado para estos propósitos, en nuestra planta de producción”, explica Pedro Vélez.
El menú de la degustación es más grande de lo que se requiere: “Si se van a ofrecer cinco pasabocas, probamos 10. Si es plato fuerte servido a la mesa, probamos tres opciones. Si nos piden tres estaciones de proteínas, presentamos cinco…”. Además, en Pierre Privé se hace una puesta en escena idéntica a como va a suceder el día del matrimonio. “Montamos con opciones de vajilla y cristalería, y recreamos el servicio y el protocolo”, continúa Pedro.
Así, los novios tienen un momento para probar lo que les gusta, ratificar o cambiar sus deseos y, finalmente, tomar una decisión.



Un momento muy especial
“Nuestra idea es que la gastronomía es tan infinita y los gustos tan diversos que estamos abiertos a todos los comentarios del cliente y construimos juntos. Lo hacemos con el equipo de cocina presente, en nuestra planta de producción, listos para hacer cambios en el momento, por ejemplo, en la presentación de los platos o en detalles de preparación”.
Generalmente las degustaciones, de las que se organizan dos o tres semanalmente en la planta de Pierre Catering, son sesiones de tres o cuatro horas que terminan siendo un momento muy divertido y de confianza con los novios y sus familiares.
“Es un mini evento previo a su matrimonio en el que disfrutamos de la buena comida acompañada con unos vinos, charlamos y nos conocemos. Siempre nuestros clientes están abiertos a nuestros consejos, se involucran, comparten, opinan y se vuelve un espacio de conversación en el que todos aportamos, y así comprendemos de una forma más cercana sus gustos y deseos”, concluye Pedro Vélez.